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Estimado sr. Presidente:
Los propietarios de los caballos abajo firmantes, preocupados, como los jinetes, por la cercanía de los J.J.O.O. de París 2024 (2 años y 8 meses) y la ausencia de proyecto deportivo, de entrenador de equipo y de planificación, deseamos hacerle las siguientes consideraciones con el exclusivo interés de contribuir decididamente al éxito del objetivo tanto tiempo deseado, de que España clasifique un equipo de concurso completo de equitación en unos Juegos Olímpicos:
1.- Conseguir entrar en la nómina de países que acudan a París, no va a depender del formato que en la FEI o el CIO se decida para clasificar. Va a depender de tener un equipo COMPETITIVO. Y eso es lo que debería contemplar el proyecto deportivo, no a qué competiciones hay que acudir para clasificar, sino con qué nivel nos vamos a presentar.
2.- Para ser competitivos necesitamos dos cosas:
2.1-Mejorar técnicamente, para lo cual la figura de un entrenador contrastado con experiencia y de primer nivel es fundamental.
Traer un entrenador de gran nivel sin otorgarle competencias, o sea, el modelo que hemos tenido estos últimos años con Andrew Hoy, se ha mostrado como un fracaso en cuanto a resultados. No tiene ninguna eficacia, gastar en un gran técnico, al que no se le dan oportunidades de influir realmente en la preparación del equipo.
2.2-Adquirir experiencia en competición internacional: lo que ante la trágica ausencia de concursos de este nivel en España, nos obliga a viajar constantemente por Europa para participar en concursos, de forma que nuestros caballos y sus jinetes, adquieran solvencia en el desarrollo de este tipo de pruebas.
Y este esfuerzo no debiera recaer en exclusiva sobre los jinetes y sus propietarios.
Somos testigos de las horas que dedican nuestros deportistas al entrenamiento y preparación de sus caballos bajo todo tipo de circunstancias, a veces muy desfavorables, de su ilusión por mejorar y el trabajo que dedican a ello; de los miles de kilómetros que hacen cada año para trasladarse a las competiciones pasando todo tipo de calamidades en esos viajes y sin perder la esperanza de que su sacrificio sirva para que España sea olímpica.
Nosotros, por nuestra parte y con la misma ilusión, cedemos nuestros caballos y afrontamos los cuantiosos gastos que conlleva competir por el mundo.
Pero el ambicioso objetivo que planteamos no puede recaer únicamente sobre los hombros de jinetes y propietarios. Necesitamos que la RFHE se implique y se involucre con medidas contundentes que contribuyan a que este esfuerzo culmine con éxito y ésta solicitud es el motivo de esta carta y no otro: rogarle que la RFHE adopte con urgencia (las posibilidades de clasificar como equipo terminan en menos de dos años) las medidas que solicitamos jinetes y propietarios y que son las únicas que a estas alturas pueden ser eficaces. El completo español, lo merece.
Reciba, a la espera de sus noticias, un saludo afectuoso,