Hace un tiempo que la RFHE llevaba “masticando” la organización y celebración de un Campeonato de España en Edad Escolar de Salto de Obstáculos y de la Copa de España de escuelas deportivas pertenecientes a clubes federados reconocidos por la RFHE, siguiendo
directrices del CSD o en colaboración con éste, enmarcándolo dentro del contexto del “deporte escolar”.
Visto así, no parece una mala idea o propuesta. El problema, a mi juicio, es la normativa aplicable en estas competiciones, el prácticamente nulo consenso entre las federaciones autonómicas y la RFHE, y el empecinamiento de quién sea por llevarlo a cabo en estos términos.
El deporte en edad escolar es aquel que realizan los niños y adolescentes entre los 6 y los 16 años que es lo que dura la etapa obligatoria de enseñanza en España, por tanto, el reglamento propuesto (y no aprobado, por cierto, como es preceptivo, en Comisión Delegada si no por la Junta Directiva de la RFHE) ya limita la posibilidad de tomar parte en estas pruebas a“participantes, participantas y participantos” hasta los 14 años, con lo que excluye a deportistas en edad escolar de 15 y 16 años. También limita la participación de jinetes y amazonas (e incluso “amazones”) que hayan participado en campeonatos de España y CNS y
CNP.
Tenemos un problema, más bien 17… y hasta 19, si contamos las ciudades autónomas, pues cada federación tiene una forma de organizar su modelo de deporte en edad escolar que, en el ámbito autonómico, depende de sus diferentes Direcciones Generales de Deportes.
Según el organigrama del CSD, la Sub Dirección General competente en organizar y promover os Campeonatos de España escolares es la de Promoción e Innovación Deportiva y no la de Alta Competición (según reza la normativa incluida en el Avance de Programa…).
AVANCE DE PROGRAMA .
Me consta que no se ha consensuado, correcta o adecuadamente, con las Federaciones Autonómicas e incluso se han convocado reuniones ya con el programa oficial aprobado.
A mi forma de ver parece precipitada esta convocatoria pues las diferentes FA no han desarrollado un programa ni una planificación que lo permita.
Sería interesante armonizar un modelo común asumible por todas y que permita una participación más justa y equitativa y razonable.
Y eso debería suponer, a mi juicio, posponer su organización prevista para octubre del 2023.
El desarrollo de las competiciones debería ir acorde con el año escolar, entre septiembre y junio, porque es posible que se dé el caso de posibles participantes que, por edad, no pudiesen hacerlo.
Entiendo que esto puede suponer un problema “de encaje” en el calendario y hay muchos agentes e intereses implicados.
Pero la equitación puede desempeñar un papel educativo muy importante para nuestra juventud.
Hoy más que nunca la competición tiene exigencias técnicas muy especializadas y elevadas.
Pero claro, el aspecto comercial aquí se manifiesta “en todo su esplendor”.
Aparecen entonces tres ejes importantes para desarrollar la equitación
a) El aspecto económico, porque la empresa ecuestre responde a las leyes del mundo económico como todas las empresas:
-Necesita vender productos para ganar dinero.
-Necesita tener productos de calidad para que se vendan bien, para fidelizar a sus clientes.
-Necesita disminuir costes de la empresa.
b) El aspecto educativo, porque la equitación es un deporte que permite al niño y al adolescente:
-Desarrollar su motricidad y su sensibilidad de manera muy importante.
-Comprender valores que el caballo y el deporte nos trasmiten.
-Encargarse de un animal (caballo/poni) y tener la responsabilidad de su bienestar.
c) El aspecto técnico: Porque los conocimientos técnicos permiten:
-Construir de manera progresiva bases sólidas.
-Emplear y domar caballos de instrucción de calidad.
-Proponer pruebas adaptadas a la progresión del jinete.
¿¿¿¿¿Los tres son de igual importancia?????
La base de la formación ecuestre para jinetes en España se centra, actualmente, en el Programa de Galopes.
Su pretensión es responder al proceso evolutivo dentro de nuestro país presentándose como un elemento de formación del jinete cualquiera que sea su disciplina o su nivel técnico.
La aplicación de dicho programa aporta a las arcas de la RFHE, por todos los conceptos, unos 360.000 euros al año, desde el año 2007.
Parece ser que la aportación del CSD a dicho proyecto es de unos 63.000 euros… La formación es, o debería serlo, la “piedra angular” de nuestra hípica. Por ello, el departamento de formación debería de ser más propenso a transmitir y facilitar un buen modelo de enseñanza que a limitarse a actuar como mero agente recaudatorio para el “sistema”.
Debe, y hace mucho tiempo que lo llevamos diciendo algunos, dejar de priorizar el aspecto económico e incidir de una vez por todas, en el formativo.
La exigencia de un galope 2 y 3 para el campeonato de escuelas me parece insuficiente, teniendo en cuenta que, desgraciadamente, se conceden con excesiva laxitud, pues prima más el aspecto económico a nivel institucional y para muchos de los técnicos y clubs (realidad indiscutible hoy en día) que el educativo y el formativo.
Sin ánimo de extenderme (que podría y mucho), no parece razonable y va contra los principios y el espíritu del Programa de Galopes y su reglamento, el que participantes con ese nivel acreditado realicen pruebas al cronómetro e incluso puedan disputar desempates con el
consiguiente riesgo físico que pueda generarles su falta de técnica y nivel para la prueba.
De la misma manera, el limitar la prueba del Campeonato de España a 1 m restringe la posibilidad de participación de quienes hayan competido por encima de 1.10 m (hay muchos menores en España entre 12 y 14 años que afrontan pruebas de hasta 1.30 e incluso superiores).
En cuanto a las diferentes etapas de desarrollo físico y cognitivo también hay una gran diferencia en estas etapas y, me temo, que no se ha tenido mucho en cuenta.
Qué decir de la mezcla de caballos y ponis, cuando ya se están separando por disciplinas y concursos.
Son dos realidades absolutamente diferentes.
El hecho de que, a los jinetes insulares, si los hubiese, se les facilitase por sorteo, caballos y ponis adecuados parece una broma de mal gusto y un “atentado” a la razón y a la lógica.
Otra cuestión importante me llama la atención. ¿Por qué se organiza un Campeonato de España escolar basándose en la disciplina de salto de obstáculos? Supongo que nos dirán que es el primer paso…
Si lo que se pretende es que el jinete practique una equitación técnicamente correcta y segura, esta propuesta no lo garantiza de ningún modo.
¿No sería razonable, siguiendo esta filosofía del deporte en edad escolar, que se orientase hacia pruebas dónde el participante no haya de enfrentarse a un cronómetro y sí a ser juzgado demostrar la adquisición de las técnicas de equitación aprendidas y acordes a su nivel?
Hablamos aquí de pruebas de estilo, pruebas combinadas, “Test de Caprilli”, Poni Games y cualquier otro tipo de modalidad que lo permita.
Por todo ello, ya digo que, en principio parece una iniciativa interesante, pero sería muy importante llevarla a cabo de manera razonable.
(Los experimentos “en casa y con gaseosa” reza el dicho popular y, con los niños, menos).